Hola, mi nombre es Katy y vivo en una casa (casi) libre de muebles. Bueno, no realmente. Mi casa no es totalmente libre de muebles; en realidad lo que está es libre de sofá y sillas cómodas. Tenemos mesas y obras de arte, estufa y frigorífico, armarios y estantes de libros. A medida que ha pasado el tiempo, hemos puesto las mesas más bajas, es decir más cerca del piso (y no tenemos sillas de comedor) y hemos pasado por varias etapas en cuanto a las camas (puedes leer sobre esto más abajo), para llegar finalmente al punto de dormir en el piso. Tenemos un estudio en casa con escritorios dinámicos que se usan de pie, pelotas de ejercicios que usamos como sillas, mesas bajas para sentarse en el suelo, y una plataforma que nos permite ponernos en cuclillas cuando usamos el inodoro. También, cuando nuestros hijos eran pequeños les construimos barras trepadoras dentro de la casa para que pudieran mantener su actividad el año completo. Ya no están pequeños, pero aún usan estas barras casi a diario. Tenemos piedritas de río en el piso del área del recibidor para que ejercitemos las articulaciones de los pies cuando entramos y salimos de la casa. En realidad, no estamos completamente libres de muebles, pero sí libre de sillas y muebles acolchados. Dejamos los asientos hace años, y nunca hemos dado vuelta atrás.
Hemos hecho estas modificaciones porque queremos más movimiento. Mi enfoque profesional es estudiar el movimiento, incluyendo cómo reacciona el cuerpo cuando hay muy poco movimiento. Después de ayudar a tantas personas con ejercicios correctivos para los tobillos, rodillas, caderas y espalda - en realidad, ejercicios que son fundamentales en los movimientos utilizados para sentarse y pararse del suelo: estiramiento de la pantorrilla, abridores de caderas, estiramiento del músculo cuádriceps- dije YA ENTIENDO. Estamos utilizando estos ejercicios para reemplazar los movimientos que solían ocurrir naturalmente. ¿Por qué entonces voy a amoblar mi casa de manera que elimine tantos movimientos, solo para tener que hacerlos luego cuando algo en mi cuerpo ya no funcione bien?
Hicimos estos cambios justo antes de tener nuestro primer hijo. Primeramente, rompí fuente estando sentada en el sofá, así que no tuve que pensarlo mucho. (Por cierto, ¡se regala sofá gratis con pequeña mancha de agua!) Luego nos mudamos a otro estado, y lo lógico fue hacer que nuestra casa fuera más accesible al movimiento de los pequeños. Las mesas bajitas facilitaron que los niños pudieran estar a nuestro nivel, en vez de nosotros estar por encima de ellos, y también provocaron menos golpes en sus cabecitas. ¡Además nos dio mucho más espacio! Más espacio para moverse en el piso, y también nuestra pequeña casa se sentía como que tenía el lujo de un espacio más amplio. Estar “libres de muebles” mantuvo a nuestros hijos fuera de las sillas y ayudó a que pasaran más tiempo en cuclillas (también que saltaran, brincaran e hicieran ruedas más) en el piso y no adaptando sus cuerpos a las sillas. Esto fue un cambio mínimo que facilitó naturalmente más actividad física, simplemente al no fomentar la carencia de actividad por el hecho de tener muchas sillas donde sentarse.
Entre los amantes de la vida natural, el mayor enfoque parece ser siempre el de los alimentos. El movimiento, por alguna razón, ha pasado a segundo plano. Por la misma razón que una sola comida integral no constituye una dieta saludable, una tanda de ejercicios diarios tampoco constituye un plan de movimiento saludable. Eres lo que comes, pero también eres “lo que te mueves”.
El eliminar nuestros muebles fue un paso hacia una vida con movimiento natural a lo largo de cada día. Es un paso fácil porque cuando vivimos sin muebles, no se requiere que saquemos más tiempo para poder movernos más. También fue un paso difícil porque no es fácil hacerse a la idea de que los muebles, aunque son totalmente convencionales, también son completamente antinaturales para el cuerpo humano.
Para que veas que este estilo no es completamente raro (al menos para mí), aquí les dejo el video de un recorrido por mi casa.
A continuación, también pueden ver por video el recorrido de mi casa cuando empezamos el proceso de estar “libres de muebles”.
Nuestra casa no está libre de muebles porque los muebles no nos gustan. Los muebles me gustan tanto como me gusta el helado. Por eso cuando estoy de vacaciones disfruto de ambos. Míralo de esta forma: si uno está tratando de comer menos helado, ¿llenaría su congelador de este? Lo más probable es que no. Yo quiero mover mi cuerpo más, así que llenar mi casa de cosas que me lo impiden para mí no tiene sentido. En este vídeo, puedes ver una versión más temprana de cómo empezamos a estar “libres de muebles”.
Finalmente, el último cambio grande que hicimos en casa fue en nuestro dormitorio, no solamente en tener una superficie de dormir más rígida, sino también más espacio (toda la habitación), y todo el movimiento que hacemos cuando lo organizamos cada noche y lo guardamos cada mañana.
¿Quieres avanzar hacia esa dirección, pero no sabes dónde empezar?
Revisa “La guia para estar libre de muebles” para darte unas cuantas ideas de qué puedes necesitar o de qué necesitas deshacerte.
También puedes leer sobre la trayectoria que tomamos para dormir así.
Nos tomó mucho tiempo para llegar a donde estamos hoy. Afortunadamente, documenté nuestro progreso a lo largo de este paso.
Cómo hacer la transición para dormir sin colchón
La almohada es un dispositivo ortopédico
Cómo mejorar el sueño
Lo que nos falta en sillas nos sobra en periodistas que vienen a la casa a documentar un espacio de vivienda más dinámico. Pueden revisar algunos de estos artículos y ver más fotos aquí:
Esta familia ha cambiado su colchón por barras de trepar - Revista Good Housekeeping
Cómo nutrir su cuerpo a través del movimiento - Revista Prevention
El movimiento hacia el movimiento - Revista Pacific NW del Seattle Times
Vivir sin muebles - London Times
No necesitas más ejercicio, necesitas movimiento - noticias Quartz
También hay otras razones por las cuales nos gusta mantener la casa menos “acolchada”. En primer lugar, no solo provee más oportunidad de movimiento a nuestras extremidades, sino que también mueve el resto de nuestro cuerpo mientras estamos sentados, en cuclillas y girando por el piso (para esto uso el término movimientos de deformación con presión). Lo segundo es que hace que el tiempo que pasamos al aire libre (en ambientes naturales) sea mucho más fácil, ya que, al final, nuestra meta de una “vida natural” se trata de incrementar nuestra interacción con la naturaleza y nuestro conjunto de habilidades para vivir en ella. Cuanto menos nuestras casas se sientan como un malvavisco gigante, más fácil se nos hace pasar tiempo al aire libre de manera cómoda.
¿Buscas más información acerca de cómo moverse bien? Aquí encontrarás más de mis artículos, vídeos de ejercicios y libros en español.
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